La Encina

03.04.2017 10:54

La Encina (quercus ilex) pertenece a la familia de las fagáceas. Conocida tambien como carrasca o chaparro es un árbol perennifolio procedente de la región mediterránea. Se dice que hace unos 2000 años la península ibérica tenia frondosos bosques de encinas como vegetación predominante. Tiene tamaño mediano y sus hojas, ovaladas, son aserradas con pinchos afilados en su juventud o en sus ramas bajas posiblementa para protejerse de los animales hervívoros. Sus frutos, bellotas, son alimento para muchas especies animales.

La encina es un árbol muy dependiente de micorrrizas para su salud, cuando se realizan siembras en el campo se micorrizan previamente para garantizar el éxito el el campo. En la provincia de Teruel se está sembrando plantones de encina micorrizados con la apreciadísima trufa negra dotando de una riqueza adicional a los campos.

Su corteza frecuentemente agrietada y abotonada, su longevidad, y su nobleza para brotar la hace recomendable para el cultivo como bonsái.

(Gran ejemplar de encina en las montañas de Mallorca)

RECUPERACIÓN Y TRASPLANTE

No es fácil y se debe hacer solamente en el momento que hinchan las yemas en primavera. La encina suele emitir raíces profundas con una gran pivotante y le cuesta emitir raices nuevas del tronco o raices gruesas por lo que su recuperación debe ser muy cuidadosa solo en el caso de que haciendo una cata del terreno se distingan raíces finas, en caso contrario desistir de la recuperación ya que seguramente no sobreviviría.

En el caso de tener ramificadas las raíces y ser posible su recuperación procederemos a podar las ramas eliminando la casi totalidad de las hojas, luego la extraeremos siempre con cepellón evitando que se desmorone. Ya en casa se siembra sin tocar nada sobre una base y alrrededor de mezcla bien aireada como por ejemplo 40% akadama, 40% pómice o volcánica y 20% mantillo. Es recomendable anadir una pastilla de micorrizas desmenuzada en el fondo en contacto con el cepellón de nuestra encina.

Si todo ha ido bien en un mes habrá comenzado a brotar, podemos regar y abonar con normalidad.

PRIMER TRASPLANTE

Entre un año y dos posteriores a la recuperación, cuando veamos que el árbol tiene mucha vitalidad procederemos, en la misma época de la recuperación a cambiar la totalidad del sustrato. Para esta operación defoliarelos previamente la encina y  usaremos la manguera con pulverizador hasta que hayamos eliminado la totalidad del sustrato.

Debido a que las raices de la encina son muy quebradizas no usaremos los palillos para desacer el cepellón, insisto en la manguera. A continuación lo sembraremos en una maceta en la que quepan todas las raíces sin cortar ninguna, si alguna raicilla es muy larga se deja dando la vuelta por el exterior, pero no se corta.

También en esta ocasión podemos añadir una partilla de micorrizas desmenuzada lo mas cercana a la raíces.

TRASPLANTES DE MANTENIMIENTO

Siempre en el momento en que comienza a hinchar las yemas cada tres o cuatro años eliminando 1/3 del cepellón y usando una mezcla 50% akadama y 50% pómice ó volcánica. Ahora si que son útiles los palillos y no es necesario volver a añadir micorrizas. Opcionalmente podemos defoliar el árbol una semana antes del trasplante.

PINZADO

A medida que nuestro árbol madura veremos que la brotación es muy fuerte por lo que es necesario actuar para ramificar adecuadamente. al principio solo podamos las puntas de los brotes cuando tienen unos 10 cm de largo usando los dedos o tijeras finas pero a medida que pasan los años necesitamos actuar mucho antes para reducir los entrenudos pinzando a dos o tres hojas lo antes posible, es decir, cuando comienzan a adivinarse las futuras hojas.

Cuando nuestra encina tenga suficientes ramas necesitaremos actuar incluso soble las yemas hinchadas antes de que desplieguen las hojas eliminando la parte central de la yema con pinzas y unos día despues cortar a dos o tres hojas cuando sean visibles.

(Despuntado de las yemas)

ALAMBRADO

Se puede alambrar con normalidad en ramas jóvenes, en ramas un poco mas gruesas usar rafia o alambres envueltos en ella para no dañar la corteza. Vigilar que no se claven los alambres y retirarlos al mínimo sintoma. En realidad bastan unas pocas semanas en primavera para que las ramas queden en su posición definitiva. Las ramas gruesas se vuelven algo quebradizas.

ABONADO

De marzo a octubre con abono líquido o sólido para bonsái.

PLAGAS

Usaremos insecticida sistémico cada tres meses para evitar los chupadores y minadores que puedan acudir a nuestra encina.

RESUMEN

La encina es un árbol noble y representativo de nuestra región si bien su recuperación no es fácil su cultivo posterior si lo es obteniendose bellos ejemplares.